La inclusión del tema ambiental dentro de los modelos organizacionales ha preocupado a muchos estudiosos del área económico-contable por la importancia que tiene poder medir la participación del medio ambiente en las actividades productivas y poder calcular si el país está dejando el mismo capital natural a las generaciones futuras o lo esta consumiendo a una tasa no sustentable.
Entendida en su sentido más amplio, la contabilidad ambiental es el conjunto de sistemas e instrumentos útiles para medir, evaluar y comunicar la actuación ambiental de la empresa. El concepto integra tanto la información y datos que se expresan en unidades físicas como los que se expresan en unidades monetarias o económicas. Es importante notar que la buena gestión ambiental de una empresa no se mide únicamente en los términos económicos o monetarios de la contabilidad financiera tradicional, sino que se mide también a partir de la gestión de los intangibles; una buena imagen ambiental puede ser un intangible muy valioso.
Si se compara la contabilidad financiera tradicional de una empresa con su contabilidad ambiental, se puede observar que la última es mucho más compleja, principalmente porque no existe un sistema único, generalmente aceptado por todo tipo de empresa. Lo que existe es un conjunto de instrumentos que pueden ser más o menos útiles según las actividades y la situación de cada empresa.
El objetivo de la contabilidad ambiental es lograr la eco-eficiencia de la empresa. Esto significa maximizar el valor de la empresa al mismo tiempo que la compañía minimiza el uso de recursos y los impactos ambientales negativos.
La contabilidad ambiental debe facilitar las decisiones directivas relativas a la actuación ambiental de la empresa a partir de la selección de indicadores, la recolección y el análisis de datos y la evaluación de esta información con relación a los criterios establecidos. Hay una serie de pasos fáciles de adoptar, que pueden ser la base de cambios más radicales en el futuro para cualquier compañía. Probablemente el más importante es establecer una política de mejoramiento ambiental para la compañía, fijando objetivos y metas, monitoreando los avances y elaborando reportes externos e internos para poder medir el cumplimiento de las metas. De esta forma se puede avanzar hacia metas cada vez más ambiciosas. En cada etapa es de suma importancia comunicar los resultados tanto adentro como afuera de la empresa para ir construyendo una imagen de responsabilidad ambiental.
La empresa que utiliza algún sistema de contabilidad ambiental puede beneficiarse en tres sentidos:
1. Internamente, a través del mejoramiento del proceso de toma de decisiones,
2. Asegurando el cumplimiento de todas las exigencias legales.
3. Asegurando la satisfacción de las demandas esperanzas ambientales de la sociedad civil.
Si se compara la contabilidad financiera tradicional de una empresa con su contabilidad ambiental, se puede observar que la última es mucho más compleja, principalmente porque no existe un sistema único, generalmente aceptado por todo tipo de empresa. Lo que existe es un conjunto de instrumentos que pueden ser más o menos útiles según las actividades y la situación de cada empresa.
El objetivo de la contabilidad ambiental es lograr la eco-eficiencia de la empresa. Esto significa maximizar el valor de la empresa al mismo tiempo que la compañía minimiza el uso de recursos y los impactos ambientales negativos.
La contabilidad ambiental debe facilitar las decisiones directivas relativas a la actuación ambiental de la empresa a partir de la selección de indicadores, la recolección y el análisis de datos y la evaluación de esta información con relación a los criterios establecidos. Hay una serie de pasos fáciles de adoptar, que pueden ser la base de cambios más radicales en el futuro para cualquier compañía. Probablemente el más importante es establecer una política de mejoramiento ambiental para la compañía, fijando objetivos y metas, monitoreando los avances y elaborando reportes externos e internos para poder medir el cumplimiento de las metas. De esta forma se puede avanzar hacia metas cada vez más ambiciosas. En cada etapa es de suma importancia comunicar los resultados tanto adentro como afuera de la empresa para ir construyendo una imagen de responsabilidad ambiental.
La empresa que utiliza algún sistema de contabilidad ambiental puede beneficiarse en tres sentidos:
1. Internamente, a través del mejoramiento del proceso de toma de decisiones,
2. Asegurando el cumplimiento de todas las exigencias legales.
3. Asegurando la satisfacción de las demandas esperanzas ambientales de la sociedad civil.
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